Asumir una responsabilidad personal y hacer algo por los problemas de nuestra sociedad puede ser, al mismo tiempo, fortalecedor e intimidante. Votar por el mejor candidato o dar dinero para tu obra de caridad favorita son actividades que valen la pena, pero mucha gente quiere hacer más. Qué hacer y cómo empezar no es algo fácil de descubrir, especialmente considerando problemas sociales tan importantes como la indigencia, el hambre y el militarismo. Este manual los ayudará a seguir un camino hacia la toma de acciones directas y personales en relación a estos problemas.

La experiencia de Comida, No Bombas es sobre todo una oportunidad para el auto fortalecimiento. Además del obvio mensaje político que intentamos comunicar, los dos principales componentes del trabajo diario de Comida, No Bombas son la recuperación y la redistribución de la comida sobrante y poder alimentar a quienes pasan hambre. La organización política es más satisfactoria si produce mayor conciencia política y servicio directo.

A cada paso a lo largo del camino enfrentarán muchas opciones, algunas serán descritas por nosotros en este manual, pero otras serán únicas para cada situación en particular. Necesitarán tomar las mejores decisiones para su operación local. Basados en nuestra experiencia podemos decirles que este será un trabajo duro pero a la vez muy divertido, y que trataremos de compartir con ustedes todo lo útil que hemos aprendido para ayudarlos a evitar los problemas que nosotros enfrentamos.

Este manual es el inicio de su propia aventura y aunque está basado en más de diez años de experiencia, no podemos proveer todas las respuestas. Cada día trae nuevos desafíos y nuevas oportunidades para aprender. La experiencia del grupo Comida, No Bombas es una aventura dinámica y viviente que se extiende con cada persona que participa en él. Incluso hoy, mientras más y más grupos de Comida, No Bombas surgen en otras ciudades, descubrimos que cada grupo trae con él nuevas ideas, visiones y nuevas formas de desarrollar su propia identidad. Este manual sólo contiene la información básica necesaria para que empiecen su grupo a su manera.

Al principio, empezar un grupo de Comida, No Bombas podría parecer muy difícil. Trabajen en lo básico, dando un paso a la vez. No hay necesidad de sentirse presionado para lograrlo todo de una vez. Hacer que las cosas empiecen a funcionar podría tomarles un par de semanas o podría tomarles meses. Una sola persona no puede ser un grupo Comida, No Bombas, pero puede ser la “iniciadora„ de un grupo.

Una vez que haya tomado la decisión de organizar un grupo local de Comida, No Bombas, encuentre a personas interesadas, escoja una fecha, hora, y lugar para una reunión y planeen lo que les gustarÍa hacer. Usted podría empezar con un grupo de amigos o miembros de un grupo existente o podrÍan ser personas que respondieron a su invitación inicial.

Lo siguiente es un proceso que debe seguir ciertos pasos para poner en marcha la operación. Considerando su situación particular, pueden agregar, ignorar o reordenar los pasos. Sigan el orden que funcionará mejor para su grupo.

Paso 1: Empiecen por conseguir un número de teléfono y una dirección de correo. Al utilizar un correo de voz o una h eBooka automática podrán tener un mensaje con información sobre el lugar y la hora de las reuniones y podrán recibir mensajes sin perder ninguna llamada. De igual modo, usen un buzón comercial o un apartado de correo como dirección permanente.

Paso 2:Impriman folletos anunciando la existencia de un grupo local de Comida, No Bombas. Al entregarlos en eventos o actos públicos, mandarlos por correo dentro de la ciudad o enviarlos a sus amigos, conseguirán voluntarios adicionales. Es muy útil tener reuniones semanales regulares y saber siempre la fecha de la próxima reunión.

Paso 3:Consigan un vehículo. Entre los miembros de su grupo podrían conseguir suficientes vehículos del tamaño adecuado a sus necesidades, pero si no es así, podrían pedir prestado una camioneta o un camión a un grupo religioso o a alguna organización similar. Si son afortunados, podrían encontrar a alguien que les done uno. Si nada de lo anterior resulta, siempre se podrán realizar eventos para recaudar fondos con la finalidad de comprar una camioneta.

Paso 4:Con folletos en mano, empiecen a buscar lugares proveedores de comida. Los primeros lugares que deben considerar son las cooperativas locales de comida y las tiendas de comida saludable. Estas tiendas tienden a colaborar con sus fines. Díganles que planean servir la comida en albergues y comedores populares para alimentar a quienes pasan hambre. Si están interesados y deseosos de ayudar, establezcan una hora fija para recoger la comida cada día o con la frecuencia que establezcan. Dejen literatura que explique qué hace Comida, No Bombas donde sea más apropiado.

Paso 5: Entreguen la comida recolectada a albergues y comedores populares. Es importante que lleguen a conocer las despensas de comida y los comedores populares en su área. Averigüen dónde se encuentran, a qué personas y cuánta comida sirven. Esta información los ayudará a planear su ruta de entrega y distribuir los tipos y cantidades adecuadas para cada programa. Normalmente es conveniente establecer horas fijas de reparto en cada albergue o comedor popular.

Paso 6: Una vez que la red está establecida, reduzcan un poco la comida a servirse sin interrumpir el programa. De esta manera se podrá preparar comida extra para servir en las calles. Primero establezca una mesa en reuniones de protesta y demostraciones ya que allí su grupo podrá reclutar más voluntarios, podrá recoger donaciones y animar el espíritu de los que participan en los eventos. Repartir comida en una demostración crea conciencia comunitaria y apoya a la causa de una manera directa.

Paso 7:Una vez que un número significativo de personas estén involucradas, consideren servir comida de una manera visible un día por semana a los indigentes de la calle. Cocinar y servir comida en la calle fortalece el sentido comunitario del grupo y es un trabajo duro pero también es muy divertido. Escojan lugares muy visibles, porque parte de nuestra misión es ayudar a que los “indigentes invisibles„ se hagan más visibles. Recuerden que queremos llegar a todos con nuestro mensaje político de Comida, No Bombas siendo muy accesibles.

En general, el estilo de Comida, No Bombas consiste en operar en un nivel financiero tan bajo como sea posible. Esfuércense siempre por conseguir lo máximo de sus recursos. Una manera de mantener bajos los gastos de funcionamiento es usar como oficina a sólo un buzón y un servicio de respuestas. De esta manera, al no tener una oficina propiamente dicha, no habrá ninguna necesidad de usar el valioso tiempo de los voluntarios para mantenerla. Esto les permite a los voluntarios pasar más tiempo en la calle y en nuestras mesas, ya sea sirviendo comida, distribuyendo información, o convirtiendo en “oficina„ al lugar donde se dirige el trabajo del grupo y donde las personas que quieren conocernos puede encontrarnos.

Una de nuestras metas al hacer el trabajo en las calles es lograr que personas de diferentes condiciones económicas se pongan en contacto directamente. Si la oficina está en la calle, ustedes son muy accesibles y todas sus acciones son públicas. Con el tiempo, las personas que son forzadas a vivir en la calle, desarrollarán mucho respeto hacia su grupo; ustedes experimentarán, de manera directa, una parte de la vida callejera y conocerán de primera mano las opiniones de la calle sobre los problemas de cada día. Cualquier grupo de Comida, No Bombas puede afrontar el costo de establecer esta parte de la operación.

Otra meta de Comida, No Bombas es la creación de oportunidades para el auto-fortalecimiento. La manera de hacer esto dentro del grupo es crear un ambiente dónde cada uno de los miembros se anime a participar en la toma de decisiones, a tomar la iniciativa y a realizar los roles necesarios para el mejor funcionamiento del grupo.

Nosotros tomamos las decisiones por acuerdo general en lugar de hacerlo por votación. Votar es un modelo de ganar o perder, en el cual las personas a menudo están más interesadas en el número de votos necesarios para ganar que en el asunto en discusión. El consenso, por otro lado, es un proceso de síntesis, en el que se mezclan diversos elementos y el resultado es una decisión aceptable para todo el grupo. En esencia, es un método más cualitativo que cuantitativo de tomar decisiones. Las ideas de cada persona se valoran y son parte de las decisiones.

Cuando todos participamos en la discusión de una idea, se desarrolla la confianza y las personas se sienten valoradas y comprometidas con el resultado. Una propuesta es más fuerte cuando todos trabajamos juntos para crear la mejor decisión posible para el grupo. Cualquier idea puede ser considerada, pero sólo se adoptan aquellas que todos consideren serán las mejores para el grupo.

Hay varios modelos de acuerdo general que su grupo podría adoptar. Sin embargo, es muy importante que cualquier proceso a utilizarse sea claro, consistente y capaz de ser enseñado y aprendido fácilmente para que todos puedan participar plenamente. (Ver Bibliografía en el Apéndice)

Muchos grupos progresistas evitan tener líderes que podrían dominar el grupo. Sin embargo, es un error pensar que un grupo no necesita roles de liderazgo. Para evitar que el poder se concentre en las manos de un pequeño grupo de líderes atrincherados, se deben promover habilidades de liderazgo en cada miembro del grupo y rotar roles. Esto puede lograrse dando cabida a la formación y entrenamiento de estas habilidades y también apoyando a las personas en sus habilidades, sobretodo a aquellos que son generalmente reservados. Esto ayuda a que el grupo sea más democrático y a que las personas se sientan más satisfechas y por consiguiente con menos probabilidades de cansarse y perder fuerza.

El alcance del grupo es muy importante y puede ser menos caro y más efectivo de lo que puedan imaginarse. El apéndice de este libro incluye un volante de inscripción que puede usarse y que ha sido efectivo para atraer nueva gente a Comida, No Bombas. Pueden usar esta copia incluyendo su número de teléfono y dirección o pueden crear el suyo propio. Ésta y otras hojas de inscripción pueden colocarse en los boletines de anuncios de las escuelas locales, cafés, tiendas de comida saludable, librerías y lavanderías. Coloquen folletos de inscripción frecuentemente. Es bueno atraer continuamente a nuevas personas con ideas frescas y entusiasmo.

Además de anunciar en espacios públicos, visiten a todas las organizaciones de paz y justicia de su comunidad. Dejen sus folletos y recojan literatura de estos grupos para ponerlos en sus mesas informativas.

Vayan también a todos los comedores populares, centros de comida, albergues y grupos reivindicativos a favor de los que sufren por injusticia económica y distribuyan allÍ su información. No se desanimen si reciben una recepción fría. Es posible que al principio, estos grupos vean a Comida, No Bombas como rivales para conseguir recursos – que de por sÍ, ya son escasos- o puede que se opongan tajantemente a relacionar problemas de hambre, indigencia e injusticia económica con otros problemas polÍticos como el militarismo.

Muchas agencias de servicio directo aceptan el papel de protectores de los más oprimidos de nuestra sociedad sin denunciar la raíz de esa opresión. Prefieren mantener un perfil bajo y apoyar el statu quo y sienten temor de cualquiera que desafíe al sistema. Sin embargo, debido a que la visión de Comida, No Bombas es la creación de abundancia recuperando la comida sobrante, su comida gratis será una manera de extenderles la mano y así, gradualmente, ganar su apoyo. Este tipo de alcance se convertirá en una amplia base de apoyo a la comunidad la cual podría ser muy valiosa para su grupo en el futuro.

A medida que su grupo crezca, se podrán organizar y patrocinar eventos especiales que atraerán a más personas para unirse al trabajo y a la diversión. Ejemplos de esta clase de eventos son conciertos, lecturas de poesía, reuniones, conferencias y festivales cinematográficos. Antes de la realización de estos eventos, asegúrense de contactar a los medios de comunicación que figuren en las páginas amarillas de su localidad e invítenlos a cubrir sus actividades. Aunque la cobertura de los medios sea desfavorable, es muy valioso que se mencione a Comida, No Bombas en la prensa. De acuerdo a nuestra experiencia, la mayoría de las personas entiende el concepto de Comida, No Bombas y no se confunde con reportes negativos. En estos eventos, algo que atrae especial atención es el despliegue de una gran banderola de Comida, No Bombas.

Esta banderola es muy útil cuando los medios de comunicación tomen fotos porque, aún cuando eso fuera lo único que publicaran, se mostrará el lema de Comida, No Bombas. También se puede usar el logotipo de Comida, No Bombas que muestra un puño color morado sosteniendo una zanahoria todas las veces que quieran. Nuestra oficina nacional tiene botones, etiquetas auto adhesivas, camisetas y banderolas con este logotipo que pueden venderse con fines de promoción y recolección de fondos. (Ver Lista Nacional de Contactos en el Apéndice)

La recuperación de comida es la columna vertebral de Comida, No Bombas. Descubrir fuentes de comida sobrante podría parecer un gran desafío al principio pero la mayoría de las veces es sólo cuestión de tener confianza y paciencia. Cada negocio en la industria de la comida es una fuente potencial de comida recuperable, de la venta al por mayor al pequeño comerciante y desde la producción hasta la distribución. A veces puede ser necesario un poco de creatividad y persistencia para convencer a un gerente terco que les permita recoger algo de comida “sobrante„, pero en la mayoría de los casos, los negocios cooperarán con Uds.

Deberán decidir si quieren que los dueños o gerentes de los negocios sepan el nombre de su grupo (Comida, No Bombas) y que parte de la comida se usará para organizar acciones políticas. Para algunos establecimientos esto no será problema; pero en otros casos, sería mejor no decir nada hasta que los conozcan mejor.

Empiecen haciendo citas para recoger comida en almacenes de productos orgánicos, panaderías y tiendas de comida natural. Pregúntenles a los trabajadores del lugar si tienen alimentos que regularmente tiran a la basura y, si así fuera, si estarían dispuestos a donárselos. Asegúrense de decirles que al recoger esta comida, ustedes les están ahorrando el dinero que ellos pagarían para recoger sus desechos. Seguramente ellos son conscientes de lo caro que resulta que alguien recoja esa comida sobrante como basura, del incremento de los costos cada año y de cómo cada vez más basurales o vertederos de basura se extinguen. Uno de las metas secundarias de nuestro programa es la reducción de los desechos en nuestra sociedad.

Durante el proceso de establecer contactos en la industria de los alimentos deberán también determinar la disponibilidad de choferes y vehículos. Es necesario que haya por lo menos un voluntario para conducir cada día. Establezcan un horario conveniente tanto para la tienda como para el chofer. Es importante ser flexible pero confiable: Los negocios dudarán en tratar con ustedes si creen que no pueden confiar en este método de recojo de “desperdicios„ regularmente. Ser puntual es una tradición en Comida, No Bombas; por consiguiente, no se sobrecarguen de obligaciones. Es común conseguir más comida de la necesaria. Recoger algo de comida es mejor que no recoger nada en absoluto.

También tómense el tiempo para establecer una amistad con los trabajadores de los lugares donde recojan comida. A diario, estos trabajadores toman decisiones sobre cuánta comida se recuperará y pueden hacer un esfuerzo para recuperar aun más si se sienten cómodos con ustedes.

La variedad de comida que puede recuperarse es ilimitada. Sean creativos. Las comidas perecibles se almacenan en cantidades mayores intencionalmente, por lo tanto frecuentemente habrá un excedente destinado a desperdiciarse. Busquen lugares donde puedan recoger bagels, pan y galleta; frutas y vegetales orgánicos; tofu y algunas comidas empaquetadas. A veces podría ser necesario comprar alimentos no perecibles como arroz, frijoles, miso, condimentos y especias en tiendas de comida natural, pero a menudo éstas se podrán conseguir gratuitamente.

Gradualmente, recojan comida en almacenes, granjas y distribuidores mayoristas. El volumen de comida disponible por recuperar es inmenso, pero sean selectivos: Traten que lo que tomen para ser usado sea de la mejor calidad. En muchos lugares no es necesario recuperar verduras y frutas comerciales porque hay muchos productos orgánicos para recuperar. De hecho, uno de nuestros mensajes políticos es que hay más comestibles desechados por la industria cada día que gente hambrienta que pueda comerlos.

Al principio, entreguen los alimentos recolectados a comedores populares y despensas en su área ya que a este punto sabrán qué cocinas están interesadas en recibir esta donación. También, realicen entregas entreguen a las despensas de comida, obreros en huelga, guarderías, albergues de mujeres abusadas, refugiados y lugares similares.

Contáctense con organizaciones que trabajen directamente en la comunidad y averigúen si su personal podría tomar la responsabilidad de distribuir equitativamente comida gratis una vez por semana. Debido a que ellos ya tienen una base de operaciones establecida en la comunidad, su personal conocerá a las personas necesitadas, cuan grande es su necesidad y cuál es la mejor forma de distribuirle la comida. Anímenlos a que usen el programa de distribución de comida gratis como una manera de aumentar la participación en sus otros programas; usen la comida como una herramienta de organización. A veces Comida, No Bombas organiza la distribución de alimentos en proyectos de vivienda o en las esquinas, pero también podrían repartir alimentos sin preparar junto con la comida preparada en sus mesas. Una de nuestras metas es hacer que el público tome conciencia de la abundancia de comida así como del mercado de la escasez que coloca las ganancias por delante de las personas.

Una vez que su sistema de recojo y distribución esté en funcionamiento, empiecen a usar algo de la comida recuperada para preparar comidas calientes. Necesitarán encontrar la cocina y los distintos utensilios para alimentar a un gran número de personas que no se encuentran en una cocina promedio. Pueden encontrar una lista completa en a Sección de Recetas.

Hay varios métodos para encontrar un espacio adecuado para la cocina. A veces es posible ponerse de acuerdo para usar la cocina de un centro comunitario, un lugar de culto o un edificio público. Una cocina grande en una casa colectiva o varias cocinas de tamaño promedio podrían ser suficientes, pero a veces cocinar directamente en la calle, en una cocina de campaña es la mejor solución. Cada situación tiene sus propias ventajas y desventajas y las demandas de su programa de distribución de comida determinarán sus necesidades con respecto a la cocina a usarse. A menudo, es necesario combinar distintos espacios de cocina para los diversos aspectos de su programa. Podrían usar la cocina de una iglesia para sus comidas semanales dirigidas a los indigentes, una cocina de campaña para una protesta grande en un parque y la cocina de uno de los voluntarios para preparar una provisión de almuerzos. La clave está en encontrar la cocina adecuada para cada evento.

Puesto que la mayoría de grupos de Comida, No Bombas cocinan parte de sus entregas al aire libre, es buena idea adquirir una cocina de campaña portátil. El propano parece ser el mejor combustible para este tipo de cocinas. Sus tanques pueden llenarse varias veces e incluso los más pequeños tienen combustible que dura mucho tiempo. Vale la pena conseguir una cocina fuerte y resistente pues aunque pueda costar más, también durará más tiempo y será más segura cuando se usen ollas grandes. La cocina, así como todo el equipo necesario para preparar y servir la comida, puede obtenerse en almacenes, tiendas que suministran a restaurantes, tiendas de descuento, subastas, ventas de garaje y donaciones de amigos. (Para más detalles ver Lista de Equipamiento en la sección de Recetas) .

En general, los artículos más importantes son las ollas. Necesitarán ollas de todos los tamaños, pero las más valiosas son las grandes de 40 litros. Dependiendo de lo que se prepare en ellas, con una olla de ese tamaño se puede alimentar a unas doscientas personas; pero son difíciles de conseguir y la mayoría de personas que las tienen no quieren prestarlas. Las ollas más baratas son las de aluminio pero no se las aconsejamos debido a su toxicidad. Si tienen que usar ollas de aluminio nunca preparen en ellas miso o recetas basadas en tomate, el aluminio se corroerá y pasará a la comida. Traten de que les donen ollas de acero inoxidable y una vez que tengan una buena colección de ollas y tapas, sean muy cuidadosos con ellas. No es poco frecuente perder ollas entre la cocina y el vehículo de transporte o entre éste y la mesa de servir. También eviten tener las ollas a la vista cuando la situación puede terminar en un arresto. En estos casos, transfieran la comida a ollas más pequeñas o menos valiosas o a baldes plásticos.

Otro utensilio valioso es un balde de plástico de 5 galones. Éstos pueden obtenerse generalmente gratis en las tiendas de comida natural y en cooperativas. Pregúntenles si pueden guardarles y donarles baldes de mantequilla de maní o de tofu y cualquier otra clase de recipientes grandes de plástico en los que originalmente vienen empaquetados ciertos alimentos y que no necesiten o tengan que devolver. No olviden recolectar también las tapas. Estos recipientes son valiosos y útiles para guardar, transportar, servir la comida y pueden usarse también para otros fines. Como son fáciles de conseguir es bueno utilizarlos en situaciones en las que no estén seguros de que se los vayan a devolver.

El principal asunto a considerar al preparar comida para un gran número de personas a bajo costo, es de tipo logístico. Conseguir la cantidad adecuada de comida, el equipamiento necesario, una cocina apropiada y el equipo de cocineros necesarios al mismo tiempo, puede parecer un milagro pero puede hacerse. Cada grupo local deberá desarrollar su propio método de preparación de comida. Lo que sigue es una guía general.

El equipo de cocineros voluntarios usualmente se reúne en la cocina pocas horas antes de la hora programada para servir la comida. A menudo, ellos también ayudan a descargar la comida y el equipamiento del vehículo de Comida, No Bombas. Antes de cocinar, lávense siempre las manos con jabón y planeen el menú considerando los alimentos que tengan y el número de personas a las que planean servir. Luego escojan todos los alimentos útiles y lávenlos. (Lavar y cortar los vegetales es lo que lleva más tiempo en este proceso).

Usualmente, cada equipo de cocineros opera de la manera que le sea más cómoda. A veces una persona se convierte en “el cocinero principal„ para todo el equipo y otras veces cada persona toma una receta y la prepara de principio a fin. El equipo también puede elegir hacerlo todo cooperativamente. Las recetas a utilizarse pueden ser las que ya conocen o las recomendadas en el capítulo de recetas de este libro. Una vez que la comida está preparada, el equipo de cocineros limpia la cocina, empaqueta la comida para transportarla y la coloca en el vehículo del grupo para luego ser transportada a los lugares donde será servida.

En ocasiones, los equipos de los que sirven la comida y los que cocinan están formados por las mismas personas, pero usualmente son dos grupos diferentes. El equipo que sirve llega al lugar y organiza la distribución de comida y la disposición de la mesa informativa. Siempre tengan a mano un balde con agua y jabón para lavarse las manos y otro con un poquito de lejía para enjuagarse, de manera que los voluntarios puedan lavarse las manos antes de servir. Mantengan la comida apartada del material informativo. Si se forma una línea larga, haga que alguien la recorra entregando pan o panecillos dulces o quizá algo para beber en días calurosos y así la espera se hará más soportable. Esto también ayuda a reducir la tensión creada por temor a que la comida se acabe. Para este fin también será de gran ayuda contar con músicos u otros artistas que actúen mientras ustedes sirven la comida. Esto creará una atmósfera positiva y festiva. El equipo que sirve es también responsable de lavar y limpiar tanto el lugar como el equipo utilizado y de llevarlo al lugar donde se almacene.

El recojo de donativos de dinero en la mesa de comida es un debate abierto. A veces no es conveniente pedir donativos, pero en otras ocasiones la gente insiste en que se les permita contribuir con el trabajo colectivo. En cualquier caso, promuevan siempre la idea de que cualquier persona puede tomar toda la comida que quiera aunque no pueda pagarla. La comida es un derecho, no un privilegio.

En cada evento al aire libre, la primera decisión que el grupo necesita tomar es la ubicación de las mesas. Hay muchos puntos importantes que considerar. Si es posible, inspeccione el lugar antes del evento. Cuando se trate de manifestaciones, tiene mucho éxito colocar la mesa de comida lo más cerca posible al punto central de la manifestación. Estar cerca de la acción anima a la gente a mantenerse involucrada y a no dispersarse. A veces la ubicación más deseable es aquella en donde hay más tránsito de peatones. Otras veces, es la más visible y accesible a los indigentes. Sin embargo, siempre es una buena idea tener en cuenta a los restaurantes y vendedores cercanos con comida similar a la que se ofrece; ellos podrían quejarse y hacer que suspendan su operación si sienten que están haciéndoles la competencia a sus negocios.

Los siguientes diagramas ofrecen dos alternativas posibles para su cocina de campo. Una es básica y requiere de equipo mínimo. La otra necesita de más equipo y podría pasar una inspección del Departamento de Salud en la mayoría de ciudades. En general, Comida, No Bombas cree que nuestro trabajo no requiere de ningún permiso. Sin embargo, los municipios o la policía podrían utilizar el asunto de los permisos para acosarlos o suspender sus actividades. Por lo tanto, a veces es una buena idea tener una cocina de campaña completamente equipada. Aún así, pueden intentar clausurarlos, pero Uds. pueden argumentar que ese intento no está relacionado con la salud pública sino más bien con un fin político. La posición de Comida, No Bombas es que tenemos el derecho a distribuir comida gratuita en cualquier momento y en cualquier lugar sin necesitar de ningún permiso del Estado.

Desde el principio consideramos nuestra actividad en la calle como un teatro. Éste incluía no sólo nuestras mesas de comida sino también nuestras mesas informativas, nuestra presencia en los eventos de otros grupos, etc. Nos dimos cuenta que lo personal es político y que lo político se hace personal, y queríamos dramatizar la realidad de la militarización de nuestra sociedad resaltando el alto costo social y el sufrimiento humano. Creamos oportunidades para exponer estas injusticias en las líneas que se formaban para recibir sopas; representando a militares que realizaban una venta de pasteles para comprar un bombardero B-1; ofreciendo el “Reto Tofu„ en vez del “Reto Pepsi„; e incluso presentando una obra de teatro silencioso en la cual una persona vestida como un misil hecho de papel maché perseguía a otra vestida como el mundo, amenazándolo con destruirlo.

Las únicas limitaciones para el tipo de teatro que presenten serán su propia imaginaciÓn y sus recursos. Los escenarios han incluido todo, desde la preparaciÓn de una mesa para comida o informativa con la participaciÓn de algunos músicos, hasta una producción a gran escala que incluía sonido amplificado, luces, proyector de diapositivas, títeres y altavoces alrededor de las mesas de comida e información. A veces estos eventos son planeados completamente por Comida, No Bombas; otras veces son organizados por otros grupos y nosotros sólo nos hacemos presentes con comida e información. De una forma u otra y cuando esto sea posible, nunca olviden incluir a la audiencia en sus actuaciones.

Ya que nosotros siempre hemos enfocado nuestro trabajo como un teatro, ha sido fácil adaptarnos a diversas situaciones. Reconocemos y valoramos la interconexión de los temas progresistas. Intentamos exponer la manera en la que el militarismo y el imperialismo influyen en nuestra vida cotidiana y cuando participamos en un evento que resalta un asunto en particular tratamos de mostrar la manera en la que este problema se conecta con otros. Nuestra comida es frecuentemente un excelente puente o conexión.

Nuestros folletos informativos reflejan el amplio ámbito de nuestras preocupaciones. Promovemos y apoyamos muchos eventos en nuestra comunidad colocando folletos alusivos en nuestras mesas y nos esforzamos en ser tan visibles como se pueda. Esto supone buscar buenas ubicaciones para colocar una mesa. A veces la ubicación ideal es en un parque o una plaza; otras veces es importante colocarse frente a un banco, una oficina corporativa, un edificio del gobierno o una instalación militar. Es igualmente importante saber con qué frecuencia debemos colocarnos en esos lugares. Cuanto más estemos a la vista del público más se difundirá nuestro mensaje y animaremos a otros grupos a ser tan constantes como sea posible para crear una buena reputación. La mesa de Comida, No Bombas a menudo es punto de referencia para los activistas y la gente que busca conectarse con el movimiento en una ciudad nueva.

Tradicionalmente Comida, No Bombas ha mantenido una actitud muy relajada respecto a la recaudación de fondos. Preferimos recibir dinero en pequeñas cantidades antes que grandes donaciones de dinero difíciles de manejar, y de personas que podrían estar bastante distantes de nosotros, ya sea geográfica o políticamente. Pensamos que es mejor tener una amplia base de apoyo de la comunidad con quienes tenemos un trato directo que confiar en algunas fundaciones o gente adinerada que pudiera manipularnos o presionarnos para actuar de acuerdo a sus intereses particulares. Esta forma de recaudar fondos de las bases es más difícil y consume más tiempo, pero nos permite estar al tanto de los asuntos políticos de actualidad y al mismo tiempo requiere de un contacto directo con quienes nos apoyan.

La gente siempre nos pregunta si somos una organización sin fines de lucro y exenta del pago de impuestos. Generalmente no estamos interesados en la burocracia necesaria para mantener una organización de ese tipo. En ciertas ocasiones podrían usar un sistema de “paraguas„ para coordinar una posible donación de dinero que necesite ser entregada específicamente a un grupo exento del pago de impuestos. Normalmente no es demasiado difícil encontrar una organización de este tipo que esté dispuesta a hacer esto por ustedes. Sin embargo, no busquen el permiso de ninguna agencia de gobierno que pueda comprometer el trabajo que realizan. Una vez que un grupo se convierte en una organización exenta de impuestos, el IRS tiene derecho a supervisar todos los aspectos de su funcionamiento y limitar lo que puede hacer. Más que tratar de escondernos de ellos, preferimos ignorarlos.

Una manera de recaudar fondos es instalar mesas informativas con botones, etiquetas auto adhesivas, libros y camisetas en áreas con alto tránsito peatonal o en actos públicos. El hecho de estar regularmente a la vista del p úblico, ejercer nuestro derecho a hablar en p úblico libremente y recaudar donaciones tiene un efecto tremendo. Para algunos grupos recibir donaciones a cambio de botones y etiquetas auto adhesivas es su mayor fuente de ingresos, por eso cuando la gente pregunte por el precio de estos artículos, use la frase “un dólar, más si puedes, menos si no puedes„. Intencionadamente, creen una atmósfera cómoda para que las personan donen lo que puedan sin presión o vergüenza. A menudo recibirán más dinero y atención si los voluntarios permanecen detrás de las mesas, hacen que la gente dirija su atención a un determinado folleto o pregunten, “¿Ha oído algo sobre nuestro próximo evento?„. Durante grandes eventos al aire libre recuerden sacar el dinero de la lata de donativos cada cierto tiempo para evitar la posibilidad de que alguien robe todo lo que han recaudado durante el día.

En ocasiones otros grupos nos piden que proporcionemos comida para sus actividades. Puede tratarse de sopa caliente para una protesta al aire libre o almuerzo para una conferencia. El grupo patrocinador usualmente nos da una donación de un dólar o más por persona. Si se hacen arreglos especiales como transporte o alojamiento, quizás pidan contribuciones adicionales directamente a la gente a la ustedes servirán; esto depende de los organizadores. Sin embargo, si el evento es al aire libre o abierto al público en general, la comida siempre es gratis y nunca se le niega a nadie por falta de dinero. En algunos eventos, la comida es cocinada en el mismo lugar, mientras que en otros, es transportada ya lista para ser servida. Sean puntuales en todos los eventos. Obviamente, esto es especialmente importante cuando se trata de servir el almuerzo a un centenar de personas hambrientas al mediodía en una conferencia. También es posible instalar su mesa informativa junto a la mesa de comida, a la entrada o en el vestíbulo.

Los grupos Comida, No Bombas a menudo patrocinan conciertos y eventos tanto por diversión como para recaudar fondos. Si los planean con anticipación, sus eventos serán exitosos. Ya sea para concentraciones, conciertos o recitales de poesía, es importante escoger el lugar y la fecha con seis u ocho semanas de anticipación.

Al hacer los arreglos, asegúrense de tener los datos de todos los involucrados a fin de mantenerse en contacto. Tan pronto como puedan, contacten a los administradores del lugar. Envíenles una carta o mensaje confirmando la fecha, hora y otros detalles; y una vez que todo esté confirmado, comuníquense con los artistas y envíenles una carta confirmando la fecha, hora, lugar y duración de su actuación. Sería desafortunado que los artistas no se presentaran simplemente porque no recibieron una confirmación. Si el evento sale bien, es probable que esos mismos artistas los apoyen en el futuro. Si van a organizar un concierto, pregunten a las bandas si cuentan con equipos y técnicos de sonido. Si no los tienen, quizá conozcan a alguien que sí los tenga y se los proporcione. Desarrollen una programación completa de antemano detallando el tiempo para cada artista, incluyendo el montaje y las pruebas de sonido, y asegúrense de enviar el programa a todos los participantes y organizadores.

Otra buena idea consiste en distribuir folletos promocionando el evento a las organizaciones locales con seis semanas de adelanto. Un anuncio en sus boletines o calendarios mensuales podría ser muy valioso. Además, envíen por correo y distribuyan folletos por toda la ciudad, colocándolos en sus mesas con un mes de anticipación. Si es posible, envíen anuncios de servicio público de 30 segundos a las estaciones de radio locales. Hagan un seguimiento a través de una llamada telefónica para asegurarse de que los anuncios fueron recibidos y sugieran que los pongan en sus carpetas de anuncios de servicio público.

Durante el evento, coloquen una mesa informativa con botones, etiquetas auto adhesiva y camisetas. Dependiendo del tipo de evento que sea, ustedes podrían pedir un donativo en la puerta o pasar una alcancía durante el espectáculo. En eventos más grandes podrían crear un programa que sea al mismo tiempo una oportunidad para recaudar fondos. El programa oficial del evento podría venderse y en el mismo también podrían venderse anuncios pagados por grupos y negocios locales. Y por supuesto, una mesa con refrescos y bocadillos es siempre una buena oportunidad para recaudar fondos adicionales.

A veces vale la pena obtener un permiso del municipio para que las autoridades sepan que estarán utilizando alguna acera o parque. Para obtenerlo deberán darles el nombre de la organización, su dirección postal, y un número de teléfono. Si la política de conseguir permisos es así de simple, podrían considerarlo, pero eviten dar informes sobre el grupo hasta que estén seguros de hacerlo.

Por ejemplo: el 11 de julio de 1988, después de haber servido comida durante muchos meses sin ninguna interferencia por parte del municipio, Comida, No Bombas de San Francisco, solicitó un permiso al Departamento de Recreación y Parques, a sugerencia de algunos organizadores comunitarios. Desafortunadamente esto alertó al gobierno acerca del programa de distribución de comida y le dio la oportunidad de negarnos el permiso utilizando esta situación como una excusa para hostigarnos y arrestar voluntarios.

Aunque el gobierno puede aducir razones para negar un permiso, no se intimiden. Dejen claro que están dispuestos a adoptar cualquier propuesta que haga que su labor sea más segura y más exitosa, pero también que no están de acuerdo con ninguna demanda o exigencia que haga imposible seguir con su tarea. Incluso, después de largas reuniones con funcionarios del gobierno, los permisos ganados con tanto esfuerzo pueden ser revocados en cualquier momento. Desde el punto de vista del gobierno, un permiso es algo que puede ser cancelado a su antojo. (¿Recuerdan los tratados con los Indígenas Americanos?) Por eso, les recomendamos fervientemente no relacionarse con el gobierno local. La revolución no necesita permisos.

En la mayoría de los lugares, las autoridades reconocen que compartir información y comida gratuita es una actividad no regulada y protegida por la Primera Enmienda. Sin embargo, esto no se cumple en todas partes. Si su grupo piensa que corre el riesgo de ser arrestado por servir comida en público, sería una buena idea ponerse en contacto con un activista experimentado o un abogado que apoye su trabajo y que los prepare para enfrentar diferentes situaciones considerando las consecuencias legales de sus acciones.

De hecho, si creen que podrían enfrentar un arresto, es muy útil arreglar de antemano un entrenamiento para la no-violencia. En la mayoría de zonas, los grupos pacifistas locales podrían recomendarles personas que dirijan los entrenamientos. Además, la Liga de Resistencia a la Guerra en la ciudad de Nueva York tiene un directorio nacional de entrenadores y un manual de entrenamiento. Si no pueden encontrar un entrenador experimentado, reúnan a su grupo y realicen su propio entrenamiento. Hablen de lo que podría pasar y de qué maneras el evento podría tornarse violento. Discutan las formas de responder de manera no violenta. Asuman roles ficticios y representen posibles escenarios en los que algunos de Uds. actúen como policías y otros como activistas. Esto es muy útil y educativo para superar el miedo al arresto. También se pueden discutir las consecuencias legales, la solidaridad carcelaria y la defensa legal en caso de llegar a juicio.

Aunque la posibilidad de arresto sea muy remota, la disposición a ser arrestado puede ser muy fortalecedora. Su falta de miedo al arresto realmente lo hace menos probable. Si los arrestan por servir comida gratuita a los indigentes, la no cooperación con la policía los fortalece y les proporcionará satisfacciones personales. La forma más básica de no cooperación es negarse a dar su nombre o dirección. Esto hace que el intento de dominarlos sea más difícil. Si se rehúsan a identificarse, la policía a menudo tratará de intimidarlos poniéndolos en un confinamiento solitario, impidiéndoles el acceso a un abogado, negándoles el transporte al juzgado y similares amenazas y tácticas opresivas. De manera educada pero firme, díganles que ustedes no darán sus nombres. La mayoría de las veces, la policía se dará por vencida después de uno o dos intentos por asustarlos. Los ficharán como Jane o John Doe, les tomarán una foto y posiblemente les tomarán huellas dactilares. La mayoría de los estados limitan el tiempo de arresto a 48 ó 72 horas antes de llevarlos a comparecer ante un juez. Legalmente, durante ese tiempo ellos no pueden impedirles que vean a su abogado si éste requiere verlos.

Por supuesto, nunca hablen con la policía sobre el arresto. La policía ya no “lee los derechos„, de manera que ofrecerles información es optativo. No sólo podrían utilizar cualquier cosa que les digan en su contra en la corte, sino que también podrían usar esa información en contra de otras personas arrestadas.

La no-cooperación también puede significar “pretender tener piernas flácidas„ o rehusarse a caminar. A menudo, los policías los sujetar án de manera brusca y los empujarán cuando elijan este tipo de respuesta. Sin embargo, puede ser muy fortalecedor mantener el control sobre su propio cuerpo. Para algunos, dejarse arrestar por la policía sin ofrecer resistencia alguna podría significar que Uds. creen que deberían ser arrestados. Negarse a caminar y no dar su nombre resulta fortalecedor, pero incluso la plena cooperación con ellos también puede serlo. Ustedes saben que no están haciendo nada ilegal y que es increíble que puedan ser arrestados por alimentar a la gente.

Si los arrestan hay varios puntos a considerar. Siempre traten de tener una persona de apoyo por cada voluntario que se arriesgue a ser arrestado. Las personas de apoyo evitan el arresto, por lo tanto pueden hacer varias tareas para ayudar a quienes son arrestados: llamar por teléfono a un familiar, amigos o jefes para explicarles lo que pasó; chequear a los arrestados a través del sistema legal a fin de que no se pierda el contacto con ellos o sean maltratados: contactar a la prensa; encontrar apoyo legal; continuar organizando y cubrir las tareas que los arrestados no pueden hacer. Es recomendable que las personas de apoyo sepan la respuesta que los arrestados darán a las autoridades: no cooperación, solidaridad carcelaria y solidaridad para pagar las fianzas, etc. De esta manera, podrán mantener a todos informados del progreso de arresto y prestar el apoyo que se necesite. También es una buena idea darle a guardar su identificación y algo de dinero en caso de que decidan no permanecer arrestados.

En caso de arresto, también es conveniente tener a la mano una lista de números telefónicos. Esta lista debería incluir números de abogados que simpaticen con la causa, personal de apoyo, la cárcel y la prensa. Conseguir la cobertura de los medios de prensa local puede ser un instrumento muy útil para difundir su mensaje y para atraer más apoyo. Si es posible recuerde el nombre de su contacto en cada medio de difusión y hablen con la misma persona cada vez que llamen. Tengan los hechos y declaraciones listas. Por ejemplo el número de personas arrestadas, los cargos, quiénes son y por qué los miembros de Comida, No Bombas fueron arrestados. Sin embargo, recuerde no tratar de convencer a esta persona de lo que estaban haciendo. Hablen a través de la prensa, no con ellos directamente. Sólo díganles lo que quieran decirles y terminen la conversación. Sean educados pero firmes. No permitan que los hagan hablar de cosas triviales o irrelevantes, ya que ellos a menudo utilizan esta información sin importancia e ignoran las cosas importantes que dijeron.

Luego de ser arrestados, puede ser muy inspirador para el grupo establecer una solidaridad carcelaria. Es mejor discutir y planear esto con antelación. Al ser arrestado, cada persona tiene una de las siguientes opciones: No dar su nombre (no-cooperación), dar su nombre pero rechazar la fianza (solidaridad de fianza) o cooperar plenamente con las autoridades dando su nombre y pagando la fianza. Si varios miembros del grupo están dispuestos a no cooperar o a no pagar la fianza, entonces se puede empezar a planear la solidaridad carcelaria. A nivel de grupo pueden negociar su cooperación a cambio de concesiones con los carceleros. Por ejemplo, pueden negociar el acceso a un teléfono, la prensa o a sus abogados, exigir que el dinero de la fianza no sea condición para su liberación (comúnmente llamado “reconocimiento personal„) o tratar de prevenir la separación de los participantes. El sistema carcelario no está diseñado para responder a un grupo, sino para aislarlos y desmoralizarlos. Cuanto más unidos y más fuertes sean, más rápido se cansarán y atenderán sus demandas ¡o incluso los dejarán salir! Desafortunadamente, debido a la filosofía desde la que opera el sistema carcelario, los carceleros están entrenados para ser determinadamente vagos e inexactos como una medida de seguridad. Nunca sabrán si lo que les dicen es verdad o no. Con esta táctica, los harán sentir desorientados y desconfiados, sintiéndose incapaces de creer en cualquier información que reciban. Por lo tanto, lo mejor es no creen en nada de lo que los carceleros les digan. Conserven la calma y la amabilidad y aprovechen cualquier situación de diálogo con sus carceleros como una oportunidad para explicarles por qué ustedes creen en las acciones de Comida, No Bombas. Resalten lo ridículo e irónico que resulta arrestar a gente que sólo está repartiendo comida gratuita. En la teoría de la no-violencia, esto se denomina “decir la verdad a quien ejerce el poder„ Confíen en ustedes mismos y permanezcan comprometidos con el plan que el grupo hizo antes del arresto.